10 dic 2011

Just do it!


Necio es el que confía en sí mismo; el que actúa con sabiduría se pone a salvo. Proverbios 28:26

La Biblia dice que el corazón del hombre es engañoso, y que debemos confiar en Dios para ser sabios (Proverbios 1:7).

En cambio, este mundo nos dice a gritos: “Solo hazlo”; o “Mientras te haga sentir bien… ¡Dale rienda suelta a tus sentimientos!, “Solo se vive una vez”. “¿Quién sabe si mañana te mueres y al final viviste toda tu vida como un reprimido?”.

Este discurso es muy conocido. Es más, nos bombardean constantemente con él por todos lados desde la tv, la radio y hasta nuestros amigos.

Y a Dios, que susurra a nuestro corazón sus sabios consejos, no lo escuchamos porque nos dejamos aturdir. Entonces terminamos conformándonos. Es decir, tomando la forma del “mundo”, del “sistema” o como querramos llamarlo, cuya escala de valores es inversamente proporcional a la de Dios.

Pero no todo está perdido. Como hijos de Dios podemos contar con el fruto del Espíritu Santo, en especial con el dominio propio, que nos ayuda a controlarnos en momentos de tentación.No es fácil, pero tampoco imposible. Confiar en Dios es la mejor opción. A pesar de que la filosofía actual diga: “Sigue tus instintos, sé tú mismo, no te reprimas”; Dios no quiere que seas un reprimido. Él quiere que te ordenes para tener una vida plena.

Hoy no está de moda hablar de “orden”, parece tener más onda hablar de descontrol, porque esta palabra nos suena como sinónimo de diversión. Otra mentira astuta disfrazada.

¿Te pusiste a pensar a dónde conduce el desenfreno o el descontrol? No creo que sea necesario leer un diario para responder a esa pregunta, los resultados saltan a la vista.

¿Seguir a tu corazón y consultar a Dios, son lo mismo? ¿Será sano vivir por nuestros instintos? ¿Por qué?

Pidámosle perdón a Dios por confiar en nuestros instintos que en su voz. Que él nos ayuda a confiar en él en los momentos de tentación para seguir su corazón en vez del nuestro. Amén

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