17 oct 2011

¿Estás inquieto o descansando?


La Biblia nos enseña que los que creen en Dios entran en Su reposo. Es una manera de analizar si tú realmente estas viviendo en fe, o simplemente te encuentras teniendo fe.

Al entrar en un lugar de fe, entras en el descanso de Dios (Hebreos 4:3)

El reposo es libertad del razonamiento excesivo, la lucha, el temor, la inquietud, la preocupación y la frustración que se manifiestan a causa de querer hacer lo que sólo Dios puede hacer.

El reposo de Dios no es dejar toda actividad física, sino descansar confiadamente en medio de todo lo que está sucediendo en la vida. Es un reposo del alma en el que la mente, la voluntad y las emociones están tranquilas y en paz.

Puedes reposar en Dios porque sabes que Él cuidará de ti y suplirá tu necesidad. No sabes cómo ni cuándo, y realmente no te importa porque estas gozando de la vida que tienes en este momento mientras Dios resuelve tu problema.

Dios desea que vivamos de esta manera, pero para lograr esta clase de vida, es necesario que “Cree que hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6)

Mi pareja y yo somos muy diferentes, sin embargo, hemos aprendido a vivir en paz. Hemos aprendido a valorarnos, y a respetar nuestras diferencias. Trabajamos juntos en proyectos que es preciso que confiemos en Dios.

¿Qué de ti? ¿Cómo quieres vivir? ¿Quieres vivir con las promesas de Dios, o quieres vivir con la lucha?

Yo estoy convencido de que tú estás leyendo esto por designio de Dios para que tomes una decisión sobre cómo quieres vivir el resto de tu vida.

Si te encuentras cansado, te animo a que entres en el reposo de Dios. Te animo a que dejes a un lado tus intentos de controlar cada situación y cada persona a tu alrededor y simplemente permitas que Dios haga lo que sólo Él puede hacer por ti.

Dios te quiere ayudar, sin importar lo que estés enfrentando. Después de la muerte de Jesús en la cruz por nuestros pecados, su resurrección y ascensión al cielo, Dios mandó al Espíritu Santo para tener íntima comunión con nosotros.

Si tú has invitado a Jesús a tu corazón, El Espíritu Santo es tu ayudador, y Él está listo para darte ánimo y ayuda. Esto significa que nunca más tendrás que enfrentar a solas tus problemas.

He aprendido que aunque me meta en problemas por mi propia falta de sabiduría o por desobediencia, no tengo que enfrentarlo solo, puedo llegar a Dios para recibir ayuda, y Él no me defraudará.

Vanas ilusiones


Odio a los que veneran ídolos; yo, por mi parte, confío en ti Señor. Salmo 31:6

¿Qué son los ídolos vanos? La vanidad es algo sin sentido; y un ídolo es algo o alguien que tomó el lugar de Dios. En otras versiones de la Biblia se traduce "ídolos vanos" como "Vanidades ilusorias". Esto último se refiere a algo que pertenece al terreno de la imaginación.

Hace miles de años que David ya hablaba de ídolos vanos. Y no hablaba sólo de las ilusiones vanas, sino también de los que esperan en esos ídolos. David decía que no le gustaba ese tipo de personas porque su confianza no estaba puesta en Dios.

El esperar en cosas que no tienen sentido o propósito o no tienen nada que ver con los planes de Dios, se convierte en un juego que nos hace perder el tiempo y hasta el dinero.

Confiar en cosas vanas es muy peligroso y puede significar quitarle su lugar a Dios. Hay chicas que sueñan despiertas con los afiches de algún galán de moda, pero nunca prestan atención a aquello que va enriquecer sus vidas espirituales. También están los chicos que pasan todo el día pensando en la computadora, pero no se ocupan ni cinco minutos de sus estudios.

Hoy, en el siglo XXI, podríamos catalogar como algo ilusorio a tantas cosas que sería imposible confeccionar una lista. Pero recordemos que todo lo que le quita el primer lugar a Dios en nuestra vida, puede llegar a convertirse en un ídolo.

Construir castillos en la arena es lindo cuando somos pequeños, pero cuando maduramos sabemos que cualquier ola se los lleva.

Hay cosas que no son malas en sí mismas pero, sin embargo, nos alejan de Dios o no edifican un futuro seguro. Dejemos atrás todas las ilusiones vanas y tengamos mucho cuidado con los ídolos que le quitan su lugar a Dios.

Yo te pregunto: ¿Dónde está tu tesoro? ¿Qué vanidades le quitan el primer lugar a Dios?

12 oct 2011

Calcula el costo






Una gran cantidad de gente caminaba con Jesús. De pronto, él se volvió y les dijo: “Si alguno de ustedes quiere ser mi discípulo, tendrá que amarme más que a su padre o a su madre, más que a su esposa o a sus hijos, y más que a sus hermanos o a sus hermanas. Ustedes no pueden seguirme, a menos que me amen más que a su propia vida. Si ustedes no están dispuestos a morir en una cruz, y a hacer lo que yo les diga, no pueden ser mis discípulos. Si alguno de ustedes quiere construir una torre, ¿qué es lo primero que hace? Pues se sienta a pensar cuánto va a costarle, para ver si tiene suficiente dinero. Porque si empieza a construir la torre y después no tiene dinero para terminarla, la gente se burlará de él. Todo el mundo le dirá: “¡Qué tonto eres! Empezaste a construir la torre, y ahora no puedes terminarla”. ¿Qué hace un rey que sólo tiene diez mil soldados, para defenderse de otro rey que lo va a atacar con veinte mil? Primero tendrá que ver si puede ganar la batalla con sólo diez mil soldados. Y si ve que no puede ganar, aprovecha que el otro rey todavía está lejos y manda mensajeros a pedir la paz. Por eso, piénsenlo bien. Si quieren ser mis discípulos, tendrán que abandonar todo lo que tienen.” Lucas 14:25-33

Cuando Jesús dijo estas palabras, ya se había convertido en una figura popular. Las multitudes se agolpaban alrededor de él dondequiera que iba. Pero no siempre lo hacían por los motivos correctos.

En consecuencia, Jesús dirigió sus solemnes y escrutadoras palabras a esa gente que lo seguía con propósito egoísta o porque estaba de moda hacerlo.
Del mismo modo, Jesús no desea que lo sigamos o lo sigas solo cuando es conveniente o aceptable socialmente. Él desea que seas su discípulo a largo plazo, no importa cuán fácil o difícil resulte.

Por este motivo debes calcular el costo de ser un verdadero discípulo de Jesús.

¿Qué significa calcular el costo? Las cuatro preguntas siguientes te darán una idea concreta.

- ¿Amas a Jesús más que a nadie o a nada en tu vida?
- ¿Amas a Jesús y deseas hacer su voluntad en tu vida, más que la tuya?
- ¿Estás dispuesto a aceptar el ridículo y el sacrificio por la causa de Cristo?
- ¿Te comprometes a seguir a Jesús, sea o no popular o fácil de llevar tu fe?


Si has examinado con cuidado tu corazón, calculado el costo, y puedes sinceramente contestar sí a estas preguntas, entonces estás en el camino del discipulado y listo para pasar el resto de tu vida como su discípulo y amigo.

Jesús no está buscando seguidores a medias. Desea seguidores de todo corazón.