16 jun 2011

Critibanza y Quejabanza


Dios los ama mucho a ustedes, y los ha elegido para que formen parte de su pueblo. Por eso, vivan como se espera de ustedes: amen a los demás, sean buenos, humildes, amables y pacientes. Sean tolerantes los unos con los otros, y si alguien tiene alguna queja contra otro, perdónense, así como el Señor los ha perdonado a ustedes. Colosenses 3:12-13

Uno de los rasgos sobresalientes de aquellos que entienden de qué se trata la adoración es que son personas con una actitud positiva y eso se suele reflejar en su lenguaje y en su carácter.

Ser líderes significa modelar en las pasarelas de la vida. Antes de escuchar lo que tenemos para decir, los demás observan cómo vivimos lo que pretendemos enseñar. Ellos notan si tenemos la boca llena de: <>, <>, <<¡Qué lindo!>> Y no de: <>, <<¿Y ese quién se cree que es?>> o <>. Jesús dijo que el Padre buscaba que lo adoraran en serio y los adoradores auténticos tienen la boca llena de alabanzas y no de critibanza o de quejabanza. ¿ A qué me refiero? La critibanza es el idioma de los que viven criticando. A mí me cansa escuchar a algunos adultos que constantemente indican los errores en los demás como si eso los hiciera más justos a ellos.

Recuerdo haber criado con varias señoras de la congregación que siempre miraban a aquellos que pasaban por una situación fea para comentar acerca de ello. Si alguien estaba en problemas, luchando contra alguna debilidad o había tomado una decisión equivocada, en vez de entristecerse parecían disfrutar destacando lo mal que esa persona había actuado. Ésto, además de ser chisme y habladuría, muchas veces tira abajo los sueños.

En demasiadas ocasiones los errores son parte del proceso de crecer y aun parte del plan de Dios, y muchas veces esas habladurías logran que algunos conforme con respecto a aquello que hay en su corazón.

La quejabanza se relaciona con ver siempre las cosas en términos negativos. Ante cualquier cosa que nos piden, surge la queja. Al encontrarnos con algún error ajeno, una queja. Esto termina desanimando a todos, comenzando por el que se queja.

Hace unos días tuve el atrevimiento de comentar algo que no tendría que haber hecho, como pastor de jóvenes me preocupa que muchos jóvenes, en vez de perdonarse, amarse, respetarse, hablan sin antes examinar lo que está pasando en sus vidas, yo me analizo, me examino, y muchas veces me equivoco, una disculpa no basta el perdón si, eso nos ha enseñado Dios, pero antes de lastimar, antes de hablar, debemos examinarnos. Los adoradores auténticos debemos tener la boca llena de alabanzas.

15 jun 2011

Limonada



Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman. Romanos 8:28

A todos nos toca pasar por etapas agrias y con mal sabor. A veces son difíciles y quisiéramos que nunca nos sucedieran, pero allí están, mirándonos a los ojos. La Biblia nos recuerda que también las cosas más difíciles suelen ser de gran provecho cuando las vemos desde la perspectiva de Dios. Eso no significa que todo lo que nos ocurre es bueno, ni que Dios sea el causante directo de lo que nos sucede.

Yo me enojo mucho cuando escucho a ministros explicar cualquier calamidad diciendo que es la voluntad de Dios. ¡No! Lo que este versículo quiere decir es que Dios también usa las circunstancias adversas para nuestro bien.

Esos limones nos pueden ayudar a hacer una limonada que refresque a otros cuando estén pasando por alguna circunstancia parecida a la nuestra.

Tengo una amiga llamada Bárbara que era alcohólica y tenía un padre abusador. Los relatos de su vida son como para tener un pañuelo cerca. Sin embargo, ella es una persona llena de alegría y ayuda en un centro de consejería gratuito que funciona en el sur de California. Bárbara atiende el teléfono cada vez que hay llamadas de emergencia cuando alguien quiere suicidarse o no sabe qué hacer con su vida. Yo la he escuchado aconsejar sabiamente a los que llaman, y he visto como una y otra vez usa los sucesos más tristes de su vida para dar esperanza a los que la necesitan.

Bárbara ha aprendido a usar las cosas amargas de su vida para ayudar a otros, y en el proceso se ha ayudado a ella misma. Es increíble escucharla decir de cuánta bendición ha resultado para la vida de tantas otras personas todo el sufrimiento por el que pasó de niña y adolescente, y ella se siente muy bien con respecto a sí misma por eso. Bárbara fue la que me dijo una vez: <<Si la vida te da limones, con Dios puedes convertirlos en una buena limonada>>.


Lee y Medita: ¿Cuál será la perspectiva de Dios con respecto a los problemas por los que pasas?
¿Cómo puedes hacer limonada con los limones de la vida?

Cuando me cuesta esperar



Por tanto, digo: El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!. Lamentaciones 3:24

Que difícil es creer y esperar en Dios cuando tu mami está en coma, cuando tu papá tiene cáncer, cuando un amigo ha fallecido o un familiar, cuándo tu chico o chica te es infiel, cuando tu líder o tu pastor te han fallado, cuando le has pedido algo fervientemente a Dios y no sucede nada.

No sé tú, pero yo me desanimo. Hace poco me sucedió algo así, pero esta vez me detuve a pensar en lo que estaba pidiendo y me di cuenta de que hay que reconocer que en ocasiones le pedimos a Dios cosas muy egoístas. Ahí es bueno recordar que Dios sabe cómo hace las cosas; ¡Por algo es Dios! Y es verdad que nos hace pasar por algunas difíciles pruebas, pero…. ¡Vamos, él sabe lo que hace! ¿No crees?

No te has preguntado: ¿Por qué nos cuesta tanto esperar en su voluntad? ¿Será porque aún queremos vivir a nuestra manera?

A mi me ha costado asimilar el esperar, porque siempre quise hacer todo lo que elegía, ¡y hacerlo ya! Pero Dios me dijo: <>. ¡Y lo entendí! Puedo decir que realmente sus planes han sido mejores que los míos. A veces eso duele un poco pero siempre han sido para mi bien.

Algún día me gustaría poder decirlo como Job: <<He aquí, aunque él me matare, en él esperaré>> (Job 13:15 RVR60) ….Falta mucho para eso, pero por algo se comienza.

Dios anhela bendecirnos porque para eso nos creó. Lo que tenemos que hacer es confiar, buscarlo y esperar en él tranquilos, sabiendo que su voluntad es siempre lo mejor.


Lee y Medita:

¿En qué tipo de situaciones te cuesta más esperar en el Señor?