30 dic 2011

Abrazarse y despedirse



Un tiempo para esparcir piedras, y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse. Eclesiastés 3:5


Llega el final de año y es un tiempo de evaluación ¿Qué salió bien y qué no? ¿Cuáles son los recuerdos positivos y cuáles serían mejor olvidar? ¿Qué hice correctamente y qué tendría que cambiar? ¿Qué debo volver a hacer y que no volveré a hacer jamás?


Evaluar resulta vital. Nos hace concientes de los cambios necesarios para mejorar. Nos brinda muchas lecciones con respecto a nuestro pasado y a nuestro futuro. No evaluar es de inconscientes. De gente que no distingue el valor del tiempo y vive a la buena del diablo.


La cima del “triunfo metro” está llena de gente que al mirar el año que termina decide abrazar lo bueno y despedirse de lo malo.


No te apegues a un error.

Acércate a personas positivas.

No anestesies tus sueños con excusas.

Pregúntate qué siente Dios.

No veas a nadie como enemigo,

Sino como gente que te ayuda sin quererlo.

Reconoce y estimula las victorias de otros.

Abrázate a tus victorias y despídete de tus fracasos.

¿A qué experiencias de este año vas a abrazar y de cuales te vas a despedir?


Oración:


Querido Dios, gracias por lo que permitiste en este año. Danos inteligencia espiritual para evaluar qué debo abrazar y qué debo dejar atrás. Dame la capacidad emocional de despedirme de aquellas decisiones y personas que solo detienen mi crecimiento en ti. Te amo y de corazón te alabo por todo lo que se viene en mi vida. Por Cristo Jesús. Amén.

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