“Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada” Lucas 2:7 (NVI)
Celebrar una NAVIDAD llena de luces, regalos inesperados y la compañía de seres queridos es el anhelo de muchos. Pero la realidad a veces puede ser completamente diferente. Algunos lloran la ausencia de un ser querido, otros se encuentran lejos de casa y otros tantos no tienen con qué celebrar. Por eso es fundamental recordar el verdadero significado de los hechos que celebramos en estos días.
Navidad comenzó con dos jovencitos cansados que no encontraban un lugar para dormir y un niño naciendo en un pesebre de Belén. Sabemos que el niño era un príncipe y el ser más poderoso que jamás haya nacido en el planeta Tierra. Sin embargo llegó allí. A un lugar destinado al cuidado de animales de campo. ¿Por qué? En navidad, Jesús nos dio una lección antes de respirar. El venía a identificarse con los humildes, a estar cerca de los DESPROTEGIDOS y los que padecían necesidad. Si todos recordáramos eso, la NAVIDAD verdaderamente sería el tiempo más feliz del año.
Los creyentes deberíamos ser los primeros en usar este tiempo como una oportunidad para mostrar la intención de Dios al enviar a su Hijo a nacer como un indefenso bebé en la tierra. Navidad es un tiempo para celebrar. Una oportunidad de encender las luces del AMOR y recordar con SONRISAS donde hay DOLOR.
Que puedas hoy ser un REGALO para alguien como JESÚS fue un regalo para ti.
* Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8
¡¡Bendiciones!!
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