Y Jesús se fue al monte de los
Olivos. Y por la mañana volvió al templo, y todo el
pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces
los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y
poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida
en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó
Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Más
esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el
suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en
preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el
primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia
el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto,
acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos
hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose
Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los
que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor.
Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. (Juan
8:1-11)
¿Dónde están
los que te acusaban? Los antiguos dicen que, Jesús escribía los pecados en la
tierra, “hipocresía, orgullo, vanidad, altivez, soberbia, mentira, menosprecio,
manipulación” en fin, no termino hoy si sigo escribiendo, y así fue como estos
huyeron, conscientes de que también eran pecadores como esta mujer, me imagino
que algo que si marco a estos fue el hecho de que Jesús les haya dicho: No hay
pecado mayor, ni menor, para mi todos son iguales. Por ende no podían culparla,
ya que ellos tenían los suyos.
Dios me dio
esta palabra hace unas semanas atrás, deje mi twitter colgado, ya que realmente
habían cosas por las cuales yo debía meditar y también ver que era lo que
realmente estaba mal y lo que no, antes
de todo esto, pase una situación la cual la mayoría de mis amigos lo saben, y
sabiendo que caí o estaba en un asunto delicado, muchos me dieron la espalda,
me criticaron, me juzgaron, hablaron y siguen haciéndolo, lo que me debilito un
tanto, la gente a veces se olvida que, acá no hay perfección, y que acá todos
lidiamos con patas flojas, lastimosamente muchos “creyentes” no lo entienden y
se dejan llevar por impulsos, por chismes, murmuraciones de personas que, al
igual que yo pueden estar o peor que yo, y no meditan las cosas, causando en
eso daños que no saben si realmente Dios se los va a demandar.
A muchos no
le parece la idea de que sea pastor, No fui yo quien me escogí, fue Dios quien
lo ha hecho, pero se nos olvida que el trato es meramente personal, yo no puedo
cambiar a nadie más que orando y Dios obrando, y comprendiendo esto, me metí en
líos, pero a veces la gente se olvida de donde comió, y solo ven tu error, tu
pecado.
Dios fue
fiel y ha sido fiel, y me ha dado oportunidades donde yo no me explico, pero es
SU AMOR y SU MISERICORDIA que están aún ahí, los que son escogidos por mucho
que hagan y deshagan, de alguna manera Dios los va a tener en sus ojos, y eso
nos enseña a todos, tristemente muchos no entienden eso, y lo único que hacen
es juzgar.
Me tildaron
de: Manipulador de primera, de falso, de .. y no sigo porque no es bueno dañarle
el corazón a nadie. Y todo por una persona, que sabiendo lo que hacía, y
sabiendo la confianza que le tenía me difamo, ¿Qué Dios no hace justicia ante
esto? Si, a mí por lo general me hace entender, y no volver a caer, y me llena
de favores, estoy más que bendecido, pero ¿Dónde están esas personas que me acusaron?
En la iglesia sin hacer nada, en sus casas sin evangelizar a sus padres,
amigos, familia, en las redes sociales perdiendo el tiempo cuando hay muchas
cosas por hacer, pensando y perdiendo el tiempo cuando hay mucho que hacer para
el Reino, no crítico, pero lastimosamente esa gente es la que no quiere nada
serio con Dios y aunque lo parezca, no tienen una vida plena en Él.
Entonces, ¿Por
qué hacen esto? Cuando criticamos, juzgamos, y difamamos, realmente lo que
estamos mostrando es nuestra falta de identidad en Dios, y nuestra manera de
vivir la vida en Cristo. Yo me equivoque y en eso estoy más que claro, pero acá
no se trata de quien peco más y quien peco menos, sino más bien quien tiene
misericordia y amor para ayudar y levantar. Y fueron pocos y contados con los
dedos de las manos que lo hicieron.
A veces tú
le pides a Dios señor quiero ser una persona íntegra, una persona que … etc
etc. Y Dios prueba todo. Y con todo esto dirás, si pero eso no te quita el
hecho de lo que hiciste, solo te diré que, cada quien entrega cuentas a Dios, y
mi rollo me lo arreglo yo con él, acá quienes debemos levantarnos y animarnos
somos los cristianos y no terminar de pisotearnos y humillarnos.
Me identifico
mucho con esta historia, ya que pude haber cometido algo grave, pero Dios en ningún
momento me dejo de mostrar Su Amor y hasta la fecha no deja de, abrirme
puertas, abrirme oportunidades, mientras se sigue murmurando y criticando al
que peco, nunca se va a avanzar y te lo digo por experiencia y si no entiendes,
lo siento, el Reino de Dios no es para la gente que anda con indirectas, ni
murmuraciones, ni chismes, ni mucho menos manipulaciones, sino para aquellos
que aun con sus errores, aun con sus malas mañas, anhelan servirle.
“Por lo cual
te digo que sus muchos pecados le son perdonados; porque amó mucho; mas aquel a
quien se le perdona poco, poco ama. “ Lucas 4:47
Pidámosle a
Dios que aún en medio de aquel que está en pecado, aquel que se ha equivocado,
tengamos la misma misericordia, amor, que Él tiene con nosotros. ¡Bendiciones!
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