Si
somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo. 1
Timoteo 2:13
Los jóvenes casi siempre tenemos una canción favorita y
yo no soy la excepción. Quizás la letra no es extensa, y resulte muy conocida
para todos, pero el significado es importante para mí. Esta canción me habla de
la grandeza de nuestro Padre Dios en un sentido muy especial. La lera dice lo
siguiente:
Tu fidelidad es
grande,
Tu fidelidad
incomparable es.
Nadie como tú,
bendito Dios.
Grande es tu fidelidad.
Cuando
pasamos por alguna situación que nos agobia, lo que queremos es escapar y
desaparecernos de este planeta. Pero afortunadamente no es así de fácil. Si lo hiciéramos, no tendríamos
tiempo de descubrir la increíble fidelidad del Señor. Aunque alguna vez
olvidemos que solo junto a él podemos avanzar, aunque no recordemos agradecerle
por nuestra vida cada día, aunque cierto día dudemos o le fallemos; él nunca va
a ser infiel.
Su
amor no tiene límites ni barreras y él me lo ha demostrado de mil maneras. El
tiempo en que mi papá estaba enfermo y murió fue en el que más crecí
espiritualmente. Estaba lleno de dudas. El
último día que mi papá pudo hablar me pidió que le cantara. Le canté
varias de las canciones que recién estaba aprendiendo en la iglesia, pero la
última que entoné fue Tu fidelidad.
Él
ya no podía respirar, ni hablar, pero en su rostro se reflejaba tranquilidad y
paz, mientras yo cantaba. Pude ver como
mi papá tenía gozo del Señor a pesar de eso tan terrible que estaba sucediendo.
Cómo
no tener paz si Jesús estaba ahí con él, presente hasta el último momento de su
vida terrenal. La fidelidad de Jesús se extiende más allá de las circunstancias
más adversas de este mundo.
¿En
este momento de tu vida, eres fiel a Dios? Demos gracias a Jesús por su
fidelidad, porque a pesar de que le somos infiel el nos ama y nos perdona,
pídele a él que seas siempre fiel, como lo es él contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario