“En aquel día el Señor castigará a
*Leviatán, la serpiente huidiza, a Leviatán, la serpiente tortuosa. Con su
espada violenta, grande y poderosa, matará al Dragón que está en el mar.” (Isaías
27:1)
La iglesia actual está ignorando este tipo de
sucesos, dice la Palabra de Dios que no tenemos lucha contra carne y sangre,
sino contra espíritus de maldad.
Que es el espíritu de leviatán, este significa Rey
de los hijos del orgullo, si te das cuenta en la actualidad tanto problema de
chismes en la iglesia, de diferencias entre hermanos, de contiendas por cosas
que se pueden solucionar no solo en lo natural sino en lo espiritual, por
competencia, por tantas cosas que creo que sabes y quizá eres alguien que ha
pasado por esos sitios. Cuando una persona es controlada o es influenciada por
este espíritu presenta tres características que rápidamente podrás notar:
1-
Dureza de cerviz
2-
Dureza de corazón
3-
Terquedad
Este espíritu puede tenerlo hasta tu líder, tu
pastor, tu mentor, tu hermano en Cristo, la salvación es un regalo de Dios y lo
demás es un proceso de Dios continuo, tú debes ir cada día renovando tu mente
en La palabra, la oración, formar un hábito donde vas a cambiar tus actitudes,
tu carácter, tu manera de ser, tu manera de responder, de hablar, de perdonar
incluso.
El orgullo ciega a las personas, impide que reciban
y que caminen en lo que Dios tiene para su vidas aunque estén sirviendo en la
iglesia, predicando en un pulpito o incluso adorando al Señor, se requiere de
humildad para recibir la revelación de Dios para nosotros, los diseños que El
dejo patentados para cada uno, pero son pocos los que están dispuestos a
humillarse, el orgullo le da las personas batallas en todo lo que hagan, y un
consejo que encontré por allí es este:
“No te metas en contiendas con una persona orgullosa, porque siempre habrá
discusión debido a que la contienda es parte de su vida, es algo que lleva por
dentro, y su satisfacción es ver humillada o derrotada a la persona que se
atreve a confrontarla. Toda persona contenciosa es orgullosa.”
El orgullo es un espíritu que bloquea a las
personas para no poder avanzar y fluir en lo espiritual, este espíritu de
Leviatán está protegido por escudos, muchas personas influenciadas por este
mismo se protegen con el escudo del rechazo, del temor, inseguridad, lujuria, vergüenza,
espíritu religioso, estos espíritus se encuentran en la persona que tiene
orgullo, y falta de perdón.
Nadie puede hacer nada más que el Señor para
cambiar estas vidas, Él es quien debe romper ese corazón a través del
padecimiento y del dolor para poder penetrar en ellos, le orgullo es el mayor obstáculo
para recibir la revelación de la Palabra de Dios y por ende muchos viven bajo
doctrinas, bajo su conocimiento erróneo, creyendo que están en lo correcto.
Entonces, ¿Cuáles son los espíritus relacionados
con Leviatán? Estos son:
La ira, brujería, arrogancia, contención, perfeccionismo,
rebeldía, desobediencia, vanidad, independencia, mentira, adivinación, rechazo,
orgullo, y el orgullo es la raíz de todos los pecados, porque este se cree
mejor que los demás. Y déjame decirte que la persona orgullosa le falta al
respeto a Dios, es abominable, repugnante y ofensiva delante de sus ojos.
“1 »¿Puedes pescar a *Leviatán con un
anzuelo, o atarle la lengua con una cuerda? 2 ¿Puedes ponerle un
cordel en la nariz, o perforarle la quijada con un gancho?3 ¿Acaso amablemente
va a pedirte suplicarte que le tengas compasión?4 ¿Acaso va a
comprometerse a ser tu esclavo de por vida? 5 ¿Podrás jugar con él como juegas
con los pájaros, o atarlo para que tus niñas se entretengan?6 ¿Podrán los
mercaderes ofrecerlo como mercancía,[a] o cortarlo en pedazos para
venderlo? 7 ¿Puedes atravesarle la piel con lanzas, o la cabeza con arpones? 8
Si llegas a ponerle la mano encima, ¡jamás te olvidarás de esa batalla, y no
querrás repetir la experiencia!9 Vana es la pretensión de llegar a someterlo;
basta con verlo para desmayarse.[b] 10 No hay quien se atreva siquiera a
provocarlo;¿quién, pues, podría hacerle frente? 11 ¿Y quién tiene alguna cuenta
que cobrarme?¡Mío es todo cuanto hay bajo los cielos!12 »No puedo dejar de
mencionar sus extremidades, su fuerza y su elegante apariencia. 13 ¿Quién puede
despojarlo de su coraza? ¿Quién puede acercarse a él y ponerle un freno? 14
¿Quién se atreve a abrir el abismo de sus fauces, coronadas de terribles
colmillos? 15 Tiene el lomo[c] recubierto de hileras de escudos, todos ellos
unidos en cerrado tejido;16 tan juntos están uno al otro que no dejan pasar ni
el aire;17 tan prendidos están uno del otro, tan unidos entre sí, que no pueden
separarse.18 Resopla y lanza deslumbrantes relámpagos; sus ojos se parecen a
los rayos de la aurora.19 Ascuas de fuego brotan de su hocico; chispas de
lumbre salen disparadas. 20 Lanza humo por la nariz, como olla hirviendo sobre
un fuego de juncos. 21 Con su aliento enciende los carbones, y lanza fuego por
la boca. 22 En su cuello radica su fuerza; ante él, todo el mundo pierde el
ánimo.23 Los pliegues de su piel son un tejido apretado; firmes son, e
inconmovibles.24 Duro es su pecho, como una roca; sólido, cual piedra de
molino.25 Cuando se yergue, los poderosos tiemblan; cuando se sacude, emprenden
la huida.26 La espada, aunque lo alcance, no lo hiere, ni lo hieren tampoco los
dardos, ni las lanzas y las jabalinas.27 Al hierro lo trata como a paja, y al
bronce como a madera podrida. 28 No lo hacen huir las flechas; ve como paja las
piedras de las hondas. 29 Los golpes del mazo apenas le hacen cosquillas; se
burla del silbido de la lanza. 30 Sus costados son dentados tiestos que en el
fango van dejando huellas de rastrillos. 31 Hace hervir las profundidades como
un caldero; agita los mares como un frasco de ungüento. 32 Una estela brillante
va dejando tras cual si fuera la blanca cabellera del abismo. 33 Es un monstruo
que a nada teme; nada hay en el mundo que se le parezca. 34 Mira con desdén a
todos los poderosos; ¡él es rey de todos los soberbios!»” (Job 41: 1-33)
El orgullo, la altivez y soberbia son tres espíritus
en uno solo, que es Leviatán, y este es la raíz de todos los pecados, ya que
fue el pecado que llevo a Satanás a revelarse en contra de Dios, una persona
que camina con orgullo puede caer en cualquier pecado, cada vez que alguien se
enorgullece, le recuerda a Dios la rebelión que sucedió en el cielo, Satanás
era uno de los más preciosos ángeles pero cayó por querer parecerse a Dios y
ser superior a Él, a veces las personas son así, se sienten orgullosas de todo
lo que han logrado por sus esfuerzos o fuerzas, y no se detienen a pensar que
todo es por gracia de Dios que lo obtuvieron. Es Dios quien nos dio la vida,
pero a veces no quieren este tipo de personas pedir perdón porque ese espíritu
inmundo no los deja, pero solamente con la ayuda del Espíritu Santo se puede
vencer, este espíritu se puede vencer con el Espíritu Santo que nos fue dado
para quitarle la posición que quizá se le ha otorgado.
No vas a solucionar problemas, no vas a solucionar
adversidades o incluso situaciones que te han dañado o irrumpido tu vida si
tienes orgullo, altivez, ya que el espíritu de Leviatán te deja cegado, quizá alguien
te lastimo, y te airaste, hiciste las cosas en tu defensa haciendo más grandes
la situación, no oras, no te vas a buscar la revelación y es allí donde comienza
a operar y a tirar dardos a tu mente, manchando tu corazón, llenándolo de
orgullo, altivez, y a no reconocer tu error, pedir perdón a esa persona que tal
vez lastimaste o te lastimo, o te ofendió sin darte cuenta pero al no decir te
quedaste ligado a eso, y eso te trabaja por la mente, recuerda que la mente es
un campo de batalla donde el enemigo lanza dardos para acabar con tu vida y no
cumplir el propósito que Dios tiene preparado para ti.
Este espíritu opera, en el orgullo, y es que muchos
dependen de sus habilidades, de lo que sabe y de lo que ha aprendido, por tal
razón vive independiente de Dios y de los demás, el orgullo depende de él y no
de Dios ni de los demás, todo su círculo se centra en el, queriendo acaparar la
atención de todos y ser el centro de lo que quiere mostrar. La soberbia también
opera en esto, y la persona con soberbia tiene una excesiva estima de sí mismo
y menosprecia a las demás personas, es alguien que se jacta de sus logros,
pasados y presentes creyendo que todo lo que ha alcanzado es por su talento y
fuerza, a esto la Palabra de Dios lo llama VANAGLORIA.
“Allí navegan los barcos y vive el monstruo del
mar. El monstro del mar es leviatán.” (Salmos 104: 26)
La manera de vencer a el espíritu de leviatán es por medio de la humildad y el servicio. Es hoy, el tiempo donde debes cerrar estos ciclos,
ora, ayuda, pide perdón, ya no es momento de estar jugando a niños espirituales
pero por dentro es todo lo contrario, medita, algún ajuste debes hacer y seguir
trabajando en el, pero recuerda que no estás solo, Dios te ayudará si se lo
permites.