26 ago 2011
En la prueba
23 ago 2011
Pregunta
Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente. Lucas 2:52
Los cristianos siempre tratamos de responder a las preguntas que nos hacen nuestros amigos no cristianos. Pero nosotros también tenemos preguntas.
¿Está bien hacernos preguntas con respecto a nuestra fe? Grábate eso en tu disco rígido y nunca lo borres: ¡POR SUPUESTO QUE SÍ!
En la etapa de la juventud es el momento justo de hacernos preguntas: además, lo más probable es que ya las tengamos. ¿Cuáles son? Hazlas. Tu cerebro hoy tiene una capacidad de memoria que no volverá a tener, y además, acabas de desarrollar tu sentido crítico.
La mayor parte de los jóvenes cristianos entran a la adolescencia con una fe (creencia en Dios y en las cosas de Dios) que está bastante cerca de lo que sus padres creen. Pero luego deben comenzar a formar sus propias creencias acerca de todo, inclusive de Dios, y para eso es indispensable hacer preguntas.
Así que, ¡adelante, formula esas preguntas difíciles! Pregúntales a tus padres. Pregúntales a tus líderes. Pregúntale a tu pastor. Averigua en los libros. Y, definitivamente, pregúntale a Dios. Él, y su gente, te ayudarán a entender y desarrollar tu propia fe personal. El mismo Jesús a sus doce años se encontraba discutiendo temas de la fe con los sabios de su tiempo. ¡Eso es algo bueno! Lo tonto es no hacer preguntas y quedarse en la ignorancia.
¿Cuáles son algunas de tus grandes preguntas sobre Dios, la Biblia y el cristianismo? Elige una de esas preguntas y no pares de hacérsela a otros hasta que encuentres respuesta.
18 ago 2011
Su mirada
Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano. Conocimiento tan maravilloso rebasa mi compresión; tan sublime es que no puedo entenderlo. ¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo. También estás allí. Salmos 139:5-8
Probablemente conozcas la canción que canta el recocido Marcos Witt- Tu mirada. En la primer estrofa comienza diciéndole al Señor: "Mis ojos revelan que yo nada puedo esconder", y es muy posible que la hayas cantado alguna vez. ¿Pero te has puesto a pensar en esa frase? Los ojos de Dios están puestos sobre cada uno de nosotros. Él nos mira en todo momento a cada instante.
Él sabe lo que hacemos y lo que deseamos hacer. ¿Es bueno eso? Seamos sinceros: para muchos no resulta una gran noticia saber que Dios los está mirando continuamente. ¿Alguien santo que sabe todo lo que hacemos y deseamos…? No parece tan bueno.
Por eso, para cantar esta canción de corazón, tenemos que estar bien seguros de quién es el Dios de la Biblia. Si Él fuera un viejo policía cósmico esperando atraparnos en pecado, no sería una buena noticia. Pero si Él es un padre amoroso que hasta sueña con bendecirnos… Eso es otra historia. Él nos ve con ojos de amor y compasión.
Muchas veces buscamos alejarnos de Dios por distintas situaciones. Pero Dios todo lo ve y todo lo sabe. Él quiere lo mejor para nosotros, es un padre bueno y cuida de cada uno de sus hijos.
En nuestra vida hay diversas situaciones que nos avergüenzan, nos molestan, nos dan miedo, nos dan tristeza. Y en esos momentos preferimos ocultarlas a Dios y no hablarlas con Él. Pero nos olvidamos que Dios todo lo sabe y todo lo ve, y aunque Él es muy respetuoso, prefiere que le contemos lo que nos sucede para que Él intervenga y nos ayude. La protección de Dios nos envuelve por completo. No podemos apartarnos de Él, y esa es buena noticia.
¿A dónde huiras de la presencia del Señor?